El encuentro con la sombra implica una confrontación con uno mismo, es decir, un encuentro con lo inconsciente, con aquella parte de la personalidad de la cual no siempre nos damos cuenta pero que ejerce un efecto en nuestra vida que puede llegar a sorprendernos.

La sombra está constituida por el conjunto de frustraciones, experiencias vergonzosas, dolorosas, temores, inseguridades, rencor, agresividad que se alojan en lo inconsciente del ser humano; la sombra corresponde a la parte oscura del alma. La capacidad destructiva de la sombra es muy poderosa, es responsabilidad individual trabajar por su integración en la personalidad total para conseguir transformar esa misma energía en creatividad. Cuando esto ocurre se produce un crecimiento de la confianza en nuestras capacidades reales y la aceptación de las limitaciones que todo ser humano tiene.

Uno de los objetivos de este taller es que los asistentes observen su ser superior, su ser inferior y su máscara. Logrando integrar las polaridades propias del ser humano que nos mantienen en una constante lucha interna alejados de nuestro verdadero ser.

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